Se pidió los broches personalizados de comunión, con pelo y ojos castaños pero con una lazada fucsia en el pelo. Sus broches fueron como siempre presentados con su tarjeta recordatoria y dentro de su bolsita de organza, listos ya para ser repartidos.
Pero Diana y su hermanita no se conformaban sólo con los broches, sino que aprovecharon para pedirse unas cuantas cosillas más.
Ambas querían una pinza sujeta-fotos de conejo y ratoncito. Un hada y una amazona fueron dos de las cosillas extra. También quisieron bebecitos, optando una por el que duerme sobre la luna y la otra por el de la almohadita ante un camafeo. La pequeña también se apuntó a llevar en su mochila un llavero de caballito con colgantes.
Tanto los invitados que recibieron su broche como las nenas protagonistas quedaron encantados con estas pequeñas creaciones hechas con mucho amor. Un besote chicas.
